06 enero 2011

Más y más.




Tan sólo unos minutos para que acabe el día de Reyes y quizá unos meses para asimilar cuántos gastos (muchas veces poco duraderos), hemos tenido en estas fechas.

Posiblemente la culpa es sólo nuestra,(me incluyo), porque en el fondo de todo, somos seres humanos y como tal, erramos.

Todos los años me doy cuenta de que el auténtico propósito de regalar, es conseguir sacar una sonrisa fácilmente, sin tener que esforzarse demasiado.

Sólo hay un 50% de error o acierto (gusta o no gusta), y en la mayoría de los casos, actuamos con la prepotente certeza de que conocemos demasiado bien de a quien nos dirigimos.

Unos (como los niños occidentales de clase media-alta), ven reflejados en esos detalles todo su afán de parecerse a sus héroes (ellos con súper-poderes y ellas, con bellezas extraordinarias).

(Irrealidades que en la pubertad descubrimos a base de lágrimas,porque ni hay príncipes azules ni inocentes princesas).

Esperan a abrir regalos (uno tras otro), simplemente porque quieren más y más, y en muchos casos, los más afortunados, ni se molestan en detenerse a mirarlos.

La ilusión ha pasado a ser tan diferente de unos años al ahora, y de unos países a otros, que parece ciencia ficción.

Es complicado inculcar ciertos valores morales, porque la sociedad nos obliga indirectamente a compararnos y a visualizar en nuestras necesidades, los bienes materiales.

Los peques equilibran su balanza al completo, cuando se dan cuenta de que tienen lo mismo o más que sus amigos/compañeros. Necesitan no ser menos, y demostrar que son importantes por lo que tienen: ERROR.

Y los adultos, otro tanto de lo mismo.
Quieren una bonita casa, llena de fotografías que empapelen los buenos momentos, con una gran televisión que impacte y una figura que resalte nuestros gustos.

Quieren (queremos) todo tipo de comodidades: mandos a distancia, microondas,...hasta persianas...

¿Es que ha dejado de ser maravilloso ver ponerse o salir el sol cada día? ¿ Hace daño a las retinas? ¿Causa malestar general o pérdida de memoria?

Todo es puro negocio, y nos dejamos llevar.

¿Hay algo mejor que hacer reír con palabras?

...

Y es que, hemos pasado a buscar sustitutos, hasta para ofrecer felicidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay mejor regalo, que compartir la vida con quien se quiera, pero la gente elige su camino, pensando en el propio individuo, en sus propios regalos, en sus propios motivos...
No sólo esta olvidada la sonrisa, esta olvidada la libertad, en este siglo estamos atados a una vida rápida y guiada, salirse de ella es romper matices, la gente ha olvidado esos matices, ha olvidado ver salir y ocultarse el Sol, pero tu me dirás la de gente que ha dejado de mirar a las estrellas...

Anónimo dijo...

Hay algo mejor que las palabras para hacer reír... los sueños, grandes promotores de felicidad