Empieza la lucha.
Ayer ha sido un día difícil y hoy no parece que amaneciera diferente.
Por primera vez no sé de lo que hablo, y me asusta.
Solamente tengo en mi cabeza escribir y escribir, para que la tinta impregne bien las líneas y no me permitan olvidar instantes o gestos.
A veces, las malas noticias o los baches, nos llenan los bolsillos de peso, con el que constantemente seguimos caminando y caminando... pero la verdadera importancia es no rendirse.
Nadie, absolutamente nadie, sabe la fortaleza que depara uno mismo o las personas cercanas. En muchos casos, nos sorprendemos de forma enigmática y... esa chispa, es la que nos aligera el peso.
Ahora empieza un nuevo camino y...estaremos preparados, fuertes.
No hay nada que borre recuerdos, ni unas permanenetes ganas de continuar, de vivir.
