28 junio 2017

Un avión nunca será un pájaro



Cree el MAGNATE, ser dueño del viento, pues sacude en línea recta, con su *pájaro de acero y alas desplumadas, un guión de plano perfecto y un límite material, que enjaula en bancos su libertad.

El AVE, ambiguo al primero, que cree en el viento, incoloro y abstracto, sin peso con beso, sin plano en la mano, con alas de plumas y dueño de nadie, es libre de todo.


*avión

Mirar el mundo


Quiero que mis pestañas, con la punta afilada de lápiz verde, dibuje la silueta alejada de un masivo bosque donde el cielo reposa las nubes.

El sauce que no era llorón


Por el camino de barro, donde el puente del río desbordaba los días de fuerte lluvia, un transeunte pensativo, llegó a la conclusión de que las huellas de los pies de los niños, que cada día iban al colegio entre carreras y galletas de recreo, hacían de un sauce llorón, el más bello, alegre, y feliz de los árboles.

Mi cabeza gira




Pasea el mundo cuando mi cabeza gira, y mientras todo da vueltas, la luna y el sol, abuelos de experiencia, que menguan, se esconden y transforman, reivindican lo bello de lo simple y la fuerza de la UNIÓN.

[Melodía que acompaña de fondo: https://www.youtube.com/watch?v=fsW0ux-zO1I]

Un salón de árboles


Camaradas, he venido a avisaros que los muebles de mi salón, (con corteza, sabia bruta y hojas danzando), han de amanecer con el cántico de los pájaros.

Así, en armoniosa arquitectura con formas de decoración, el mantel de la cocina, (de largos acabamos de hierba y margaritas), con invitados (que conforman su apetito con migas de pan), combinan ´muy cool´, con las cortinas de nubes vaporosas, que con ese tono azulado, copia al océano, en su máximo esplendor.

Ruego comprendáis, que sin aire donde respirar, mi casa no es un hogar.