24 septiembre 2011

Desintoxicación Facebook

Lo he hecho, me he despedido del Facebook.



Me encuentro en un proceso de desintoxicación social y cotilla exagerado, pero me siento libre.

Razones por las que considero que es la mejor opción: muchas.

Entre ellas, la falta de consideración por no avisar cuando los muros o determinada información estaba a la mano de cualquier persona desconocida, atentando no sólo contra la intimidad personal, sino la integridad y seguridad.

Hay ciertos aspectos que no son discutibles, ni siquiera, considerarlos como errores.

Asimismo, podría citar varios motivos, siempre objetivos, que ya florecían en la misma red, por lo que sé, que he tomado la mejor decisión.

Así, al menos el tiempo apremiará un poco más los blog.

Escribir, siempre es necesario. Desahogarse, más.

04 septiembre 2011

Un buen día descubrí...




Un buen día descubrí, que los bosques, tenían flores.
Que los principes azules habían desteñido y parecían personas.

Descubrí que los caminos más cortos, eran los más largos.
Y que si no nos cogen de la mano, podemos tropezar.

Que las palabras sin fundamento, sólo son letras.
Y que todo sin esfuerzo, no tiene validez.

Descubrí que si no quieres, no te quieren, y si no amas, no te amarán.

Que las risas si no se comparten, no tienen sonido.
Y que el dolor sin recompensa, es más descubrimiento.

Descubrí que si no te enseñan, aprendes, pero si hay un capataz, vigilas más.

Descubrí que sin abrazos, nada material nos sostiene.
Y que sin el recuerdo de una madre, todo tiende a fallar.

Destino



Destino, que sabes donde me encuentro.
Destino, que sabes cuándo no estoy.
Destino, que escondes lo que no digo.
Destino, que destapas mi razón.

Destino, que golpeas con dulzura.
Destino, que levantas para atacar.
Destino, que huyes cuando me enfrento.
Destino, que esperas sin esperar.

Destino, que ríes mientras lloro.
Destino, que me miras sin yo poder ver.
Destino, que vacías hasta mi eco.
Destino, que escribes sin mi parecer.