30 diciembre 2010

Érase que se era, cuando no sea, será.



Cuando te abrume una palabra en el peor momento, no moveré los labios .
Cuando decidas por compañero el silencio, te miraré en distancia.
Cuando tengas miedo a lo incontrolable, haré de flores una armadura.
Cuando necesites correr, te abriré nuevos caminos.
Cuando algo parezca difícil, escribiré un libro de instrucciones.
Cuando tu autoestima flaquee, seré un espejo mágico.
Cuando dudes del brillo de la vida, susurraré a mil luciérnagas.
Cuando te pesen los errores, te recordaré las cosas buenas que me has dado.
Cuando no te oiga, seguiré escuchándote.

Cuando ausente tu presencia, estaré contigo.
...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando no te vea, querré tenerte
mas cuando te tenga no querre soltarte
cual sea el momento de tenerte
porque muero por tocarte