27 febrero 2012

Y sigo soñando, a tu lado



Grité tu nombre hasta la afonía sin saber dónde estabas, y desde la esquina del mapa, el eco se oyó tan lejos, que tuve la suerte de que acudieras.
Sin presentación previa y más arrogante que nunca, el amor se convirtió en mi piel, y con sólo respirar, te sentía en cada movimiento.
Prendí fuego a la lluvia para evitar confundirla con lágrimas en algún momento, y arrojé a la hoguera del cielo besos, miles de besos de algodón, para crear nubes por donde caminar mientras soñaba a tu lado.
Tumbada mirándote, hubiera parado todos los relojes de la tierra yo misma, desafiando al clima,
las heridas y al cansancio.
Ya nada me asusta ni me duele, porque mi armadura, hecha de tus caricias, brilla tan fuerte, que nada es capaz de traspasarla.
Cuánto amor tiene que haber y cuánta potencia tiene este motor, que cuando las vidas que nacen de él dan,si cabe, aún más ilusión.
Camino de la misma forma que antes lo hacía, sólo que ahora no me preocupo de la dirección, pues si tu me llevas,prometo no gritar para que busques mi eco, ya que te hablaré tan bajito, que el silencio de mi sentimiento, tendrá sólo palabras en mi corazón.