Siempre quise envejecer ahí, sin saber exactamente dónde sería ahí. Más bien, sin querer saberlo.
Los kilómetros en carretera, se pueden sobrevolar también.
No hace falta un avión para tener alas.
...
Las mejores aventuras, se acaban cuando apoyamos la cabeza en la ventanilla, y un atardecer como éste, nos dice que una vez más... lo estamos haciendo bien: Estamos viviendo.
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